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Las autoridades del fútbol nacional han tenido que enfrentar, por años, la violencia en los estadios por parte de las barras bravas. Terminar con los actos vandálicos ha sido uno de los objetivos que se ha propuesto la ANFP, sin embargo, ésto choca con el apoyo económico que algunos clubes profesionales entregan a sus hinchadas.
 
 
El vocero de la Barra “Los de Abajo” de la Universidad de Chile, Carlos Soto, enfatizó en este tema, comentando la actual relación que sostiene con la concesionaria del club “Azul Azul”, con la cual han roto relaciones: ”la barra rompió las relaciones con Federico Valdés, y no lo contrario, como se ha dicho”.
 
 
En relación a las declaraciones de Valdés, de no disolver las barras porque sería un riesgo para los dirigentes del club, Soto dijo que el presidente de Azul Azul, “tiene antecedentes de mentiroso, ya que no ha tenido problema sólo con nosotros, sino que también con Gustavo Canales, cuando él dijo que el jugador había amenazado con no jugar si no se iba a China”. Además, destacó que “es un tremendo error que el presidente nos califique como delincuentes”.
 
 
“Cuando se nos dice que la familia vuelva a los estadios, es muy fácil achacarle esa responsabilidad a las barras, pero ningún momento la gente hace una reflexión sobre los controladores de los clubes”, manifestó el representante de la barra azul, sosteniendo que las medidas de la ANFP y las del gobierno, con la implementación de una nueva ley que castiga la violencia en los estadios son “pura pirotecnia y cortinas de humo”.
 
 
En otro tema, Carlos Soto se refirió al último antecedente delictivo que involucró a la barra azul, señalando que el joben baleada en el estadio de La Florida “no se enfrentó a la barra oficial, sino que a una facción”.

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