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Un presupuesto muy austero, con el que se pretende ahorrar 36 mil millones de dólares, es la consecuencia que deja la crisis que se vive en ese país. Además, se aumentarán los impuestos a las grandes empresas, para así cumplir con la población y también con la Unión Europea. De un 8, 5 por ciento a un 5, 3 se reducirá el déficit, como medida regularizadora.
Los pertenecientes al nuevo Gobierno señalan como responsables de las negativas cifras, a la anterior administración. Los datos actuales indican que en España hay un 23 por ciento de desempleo, lo que arroja un total de 5,3 millones de cesantes en la península. Números con los que tendrá que luchar Mariano Rajoy y sus delegados.
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