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 La sobrecarga laboral es una de las razones por las que abogados dejan el área pública para trabajar en el mundo privado.

Desde la aprobación de la reforma procesal penal el 2000, son más de 180 los abogados persecutores los que han dejado los pasillos del Ministerio Público para integrar las filas de bufetes privados o bien dedicarse a formar su propia carrera independiente. En palabras de Ernesto Navarro, Director Nacional de la Asociación de Fiscales “cuando se hizo la ley no contempló una carrera para los fiscales”. Esta representaría así  una de las causas de la migración laboral. “Cuando los fiscales llegan a un cargo, se petrifican en el cargo, no hay aspiración para seguir subiendo”, aseguró Navarro.

A lo anterior se suma el aumento de causas judiciales, lo que derivó en una sobrecarga laboral, sin el consiguiente aumento de salario ni prestaciones por horas extra.

En contraste con lo expuesto por el director de la Asociación de Fiscales; Cristían Riego, uno de los artífices de la reforma procesal penal, expone que la creación de la carrera funcionaria iría en desmedro de la labor profesional que se pide al letrado que integre las filas de la defensoría pública o el ministerio público. El experto en Reforma Procesal de la Universidad Diego Portales aseguró en tanto que “el modelo que replica la carrera judicial conduce a Fiscalías altamente burocratizadas“.

Esta migración representa un problema para la Fiscalía Nacional, pues cada vez son menos los funcionarios que quieren mantenerse dentro de la institución, y deben hacer frente a la carencia que viven hoy, en algunos casos sobrecargando más a quienes deciden continuar en la defensa de la justicia.

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