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El caso Odebrecht, que investiga delitos de corrupción de la empresa y sus vínculos con Gobiernos de Latinoamérica, tendrá un capítulo clave este jueves y viernes. En Brasil, donde se originó la indagatoria principal llamada “Lava Jato”, se realizará una Cumbre de Fiscales y Procuradores Generales de los países donde se investiga esta trama, que se ramificó por toda la región: Perú, Colombia, República Dominicana, Panamá y  Chile, entre otros.

La cumbre convocada por el Fiscal General brasileño Rodrigo Janot busca intercambiar información entre los fiscales y reforzar la cooperación. Algo clave:  los alcances políticos del caso. En Brasil ya derrumbó al Gobierno de Dilma Rousseff y dañó gravemente al Partido de los Trabajdores. En Perú, es perseguido un ex Presidente, Alejandro Toledo. Y en Chile el brazo de esta investigación, el caso OAS, apunta al financiamiento de campaña de Marco Enríquez Ominami y de la Presidenta Michelle Bachelet.

Por eso el viaje del Fiscal Nacional Jorge Abott y de la fiscal a cargo de esta arista, Ximena Chong, es fundamental. Allá, lejos de presiones políticas locales, podrán reforzar la causa y recopilar más antecedentes. Hay sospechas fundadas de los obstáculos y presiones que han tenido las indagatorias de financiamiento irregular de la política en Chile. Quizás sea el trabajo conjunto a nivel Latinoamericano el que permita despejar el camino. Una suerte de “mega expediente” de este puzzle podría darle la fuerza necesaria para aclarar el verdadero rol de las constructoras brasileñas en la política regional. Uno que, al parecer, recién comenzamos a visualizar.

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