El Servel validó las firmas presentadas por Revolución democrática, y con ello confirmó las primarias del frente Amplio. El 2 de julio, los chilenos podrán votar por alguno de 5 precandidatos presidenciales en dos listas: Piñera, Ossandón y Kast por Chile Vamos; y Sánchez y Mayol por el Frente Amplio.
Muy distinto es el escenario para las elecciones parlamentarias. Ni Chile Vamos ni la Nueva Mayoría harán primarias legales para definir a sus candidatos, y el Frente Amplio las hará para definir algunos candidatos en sólo 7 distritos. Un panorama muy parecido al de 2013, donde solo RN hizo primarias legales en 10 distritos. Así, el Estado moviliza grandes recursos en organizar estas elecciones, sólo para que la consulta a los ciudadanos sigue siendo la excepción; la regla es la designación a dedo, en negociaciones a puertas cerradas.
En países como Argentina o Uruguay, las primarias son obligatorias. Todos los candidatos deben pasar por este mecanismo si hay más interesados en disputar su cupo. Una idea que tal vez debamos imitar en Chile, considerando que ya está claro que pese a las nuevas leyes, las viejas prácticas siguen mandado. Y que elegir a los candidatos en una competencia abierta debería ser, no una opción de los partidos, sino un de recho de los ciuadadnos.
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