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Stuart Jones, el secretario adjunto de la Oficina de Asuntos de Medio Oriente del Departamento de Estado para el Oriente Próximo, ofreció a reporteros fotos satelitales como prueba y denunció que el gobierno de Siria ha instalado un crematorio en una prisión militar para destruir los restos de miles  de prisioneros ejecutados.

Con esta denuncia, el gobierno de Trump acusó a Damasco de cometer ejecuciones masivas de prisioneros e incendiar sus cuerpos. Según el departamento de Estado, unos 50 detenidos al día son ahorcados en la prisión militar de Saydnaya, a 45 minutos de Damasco.

“A partir de 2013, el régimen sirio modificó un edificio en el complejo de Saydnaya para lo que creemos es un crematorio”, dijo el funcionario, en referencia a una enorme prisión al norte de Damasco.

“Aunque las muchas atrocidades del régimen están bien documentadas, creemos que la construcción de un crematorio es un esfuerzo por encubrir la extensión de las matanzas que ocurren en Saydnaya”, expresó.

Stuart Jones mencionó un estudio de Amnistía Internacional donde se afirma que entre 5.000 y 11.000 murieron en la prisión entre 2011 y 2015.

En ese mismo período, alegó Jones, el gobierno de Bashar al Assad habría detenido entre 65.000 y 117.000 personas.

El gobierno de Bashar al Assad “cayó en un nuevo nivel de depravación” con el apoyo de Rusia e Irán. Así lo dijo Jones, el enviado estadounidense en Medio Oriente, al presentar las fotos desclasificadas de la prisión militar que habría sido modificada para crear un crematorio.

Jones aseguró que esas pruebas muestran ceniza procedente de un crematorio y pidió a Rusia, aliado de Assad, que aumente la presión para que “rindan cuentas por estas atrocidades”.

 

 

 

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