El fraude al interior de Carabineros sigue creciendo. Aumentan los involucrados y con ellos crecen los montos implicados. Por eso parece inevitable que éste se transforme en un tema de campaña presidencial. Hoy Beatriz Sánchez fue la primera precandidata que entró a discutir el caso y propuso una reforma profunda a la institución, pidiendo incluso la renuncia del General Bruno Villalobos.
Rumor que ronda hace tiempo en el mundo político, pero está lejos de ser una bala de plata para el problema. Es indudable que el General Director está profundamente cuestionado. Bajo su mando se produjeron parte de los delitos sin que la fiscalización interna pudiera descubrirlos.
Y una nueva arista, la de gastos reservados, lo involucra directamente como responsable de la supervisión y, presuntamente, como beneficiario según algunos testimonios. ¿Son argumentos suficientes para que de un paso al costado? El problema es que su reemplazo hoy no es un tema sencillo. La trama de este fraude sorprende cada semana y aún no sabemos qué más descrubirá la investigación de la fiscalía, que debe llegar hasta el final.
Entonces, ¿quién, dentro de la institución, podría asumir el mando en estos momentos? ¿Existe algún nombre que entregue plenas garantías de probidad y transparencia? Porque la institución tambalea y no resiste un paso en falso más. Los propios Carabineros, sobre todo en las bases, necesitan un alto mando fuerte. Y los ciudadanos necesitan volver a confiar completamente en Carabineros, indicador que cayó fuertemente según la última encuesta CEP.
Algo que quizás tardará en recuperarse, mientras no se pueda dar vuelta la pagina… como ya lo sugiere el alto mando.
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