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Después de un dramático fin de semana, la DC apareció hoy sumida en el caos.

Su presidenta y candidata está en reflexión, con su campaña suspendida y la directiva paralizada, y ausente de la reunión de los lunes en La Moneda.

Diputados y dirigentes le piden además disculparse por la fuerte carta que escribió su marido, calificando a jerarcas DC de «hienas» y diciendo que «tienen las manos manchadas con sangre» por apoyar la repostulación del diputado Rincón.

Hace 4 meses, la DC hacía su apuesta más ambiciosa: llegar a primera vuelta para recuperar su identidad y llegar a un votante de centro y clase media que esperaban reconquistar.

Pero Goic jamás salió del margen de error en las encuestas y ahora la DC se queda sin pan ni pedazo: no tiene ni candidata ni lista parlamentaria para asegurar su poder en el Congreso.

Un gravísimo error de cálculo, que tiene a la Democracia Cristiana en una de las peores crisis de la historia, con sólo 3 semanas antes del plazo fatal para inscribir candidatos.

 

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