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La decisión del gobierno de poner urgencia a la tramitación del proyecto que levanta la confidencialidad al informe Valech I retomó el debate sobre las violaciones a los derechos humanos en dictadura y eventuales pactos de silencio en el Ejército, pero también la revisión histórica de responsabilidad política.

El abogado y diputado comunista, Hugo Gutierrez, abrió los fuegos acusando  “intención deliberada de impunidad” al ex-presidente Ricardo Lagos por imponer el secreto de 50 años a los antecedentes ahí recabados.

El ex-presidente salió en defensa propia. Calificó como una falta de respeto los dichos del diputados. Con Él y monseñor Valech, quien encabezó la comisión.

Pero agregó un condicionante de la época; lo “enojados” que estaban en las FF.AA con la creación de la instancia, cuando la presidenta Bachelet era Ministra de Defensa

Justicia en la medida de lo posible” había dicho años antes el ex-presidente Aylwin para describir el proceso que comenzaba – tantas veces alabado,tantas más criticado- a la plena verdad y justicia que en los casos de violaciones a los derechos humanos se extiende hasta nuestros días.

 

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