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El Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia suspendió este miércoles una lectura de sentencia luego que uno de los acusados, Slobodan Praljak, de 72 años y exgeneral del ejército en la autoproclamada República Croata de Herzeg-Bosnia, dijera que bebió veneno.

En primera instancia este hombre fue condenado en el año 2013 a 20 años de cárcel por crímenes de guerra contra musulmanes bosnios.

Según consigna el medio El País, la lectura de la apelación discurría sin problemas cuando, de repente, Praljak gritó lo siguiente: “No soy un criminal de guerra”. Después bebió el contenido de un vasito y su abogada dijo que era veneno.

La sesión se suspendió en medio de una gran confusión. Los letrados y secretarios presentes en la sala se levantaron y los traductores, confusos cerraron los micrófonos.

Praljak bebió una sustancia desconocida cuando los jueces confirmaron de nuevo la pena. Junto a él, fueron condenados hace cuatro años otros cinco reos, todos políticos o militares bosniocroatas, castigados por haber formado una asociación criminal para crear una Gran Croacia practicando la limpieza étnica.

El Tribunal llamó a una ambulancia mientras que el vaso que contenía la misteriosa bebida fue llevado a laboratorio para su análisis.

El País detalla que según la sentencia original, en los campos de internamiento para civiles musulmanes bosnios “acabaron mujeres, niños y ancianos sometidos a condiciones inhumanas, sin agua, comida o atención médica”. Dicho trato constituye un crimen de guerra que tal vez sea el más inesperado del conflicto de los Balcanes.

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