El sábado Estados Unidos anunció su retiro del Pacto Mundial de la ONU sobre protección de migrantes y refugiados.
A través de un comunicado de la misión estadounidense ante la ONU argumentó que el acuerdo es “incompatible” con la política migratoria del país, según consignó La Tercera.
Este pacto que había sido aprobado por unanimidad en septiembre de 2016 bajo la Declaración de Nueva York, está en contra de los principios dictados por la administración de Donald Trump en materia de inmigración.
Ante esto la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, respaldó el escrito, asegurando que “el enfoque mundial de la Declaración de Nueva York es incompatible con la soberanía estadounidense”.
“Nuestras decisiones sobre las políticas de inmigración deben ser tomadas por los estadounidenses y sólo por los estadounidenses. Nosotros decidiremos la mejor forma de controlar nuestras fronteras y quién será autorizado a entrar en nuestro país”, remarcó Haley.
Este abandono de Estados Unidos ocurre en medio de que países europeos, africanos, la ONU, la Unión Europea y Africana, decidieran emprender acciones urgentes de evacuación de migrantes que son víctimas de traficantes en Libia.
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