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(CNN Español) – El Ministerio del Interior de Yemen en Saná, comandado por las fuerzas huzíes, anunció que el expresidente de Yemen, Ali Abdullah Saleh, fue asesinado.

Su muerte se produce dos días después de que Saleh anunciara que estaba separándose de sus antiguos aliados hutíes, y que quería “pasar la página” en las relaciones con la coalición liderada por Arabia Saudita que lanzó una intervención militar en Yemen en 2015. La coalición recibió de buena manera el anuncio del cambio y concedió el apoyo aéreo de las fuerzas de Saleh en las posteriores feroces batallas.

Su muerte da un golpe a las esperanzas de un acuerdo de paz en el conflicto prolongado de Yemen.

“Lo que está viendo ahora es que los hutíes están potencialmente preparados para consolidar completamente el poder en Yemen (…) esto hace que un acuerdo de paz sea menos posible”, dijo el analista de Yemen en el Consejo Europeo de Relaciones Exteriores y exresidente de Sanaa, Adam Baron.

Las Naciones Unidas pidieron este sábado a todas las facciones “que asistan urgentemente a la mesa de negociaciones y participen en el proceso de paz”.

“Reiteramos nuestra posición de que la solución política es la única forma de salir de un conflicto prolongado en Yemen”, dijo en un comunicado el Enviado Especial para Yemen Ismail Ould Cheikh Ahmed.

La deserción del expresidente yemení parecía indicar un avance en la guerra de más de dos años, potencialmente rompiendo un punto muerto que ha mantenido la lucha.

Pero desencadenó una gran agitación en Saná, donde vive Saleh. Los residentes de la capital yemení, hogar de unos 5 millones de personas, dicen que las últimas 24 horas marcaron la más mortífera de la guerra de Yemen.

Las incesantes batallas callejeras y las explosiones se extendieron por la ciudad, según los residentes, a medida que las escuelas y los hospitales cerraban sus puertas.

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