{"multiple":false,"video":[]}

Los hijos menores de edad no tenían derecho. No tenían derecho a que si estaban enfermos de gravedad sus padres pudieran ausentarse del trabajo para cuidarlos.

Los padres tenían que optar entre acompañar a un hijo con cáncer o conservar un trabajo más necesario que nunca cuando se enfrentan enfermedades de alto costo.

Hoy se promulgó la Ley Sanna que cambió esa vergonzosa realidad. No es todo lo que pedían los padres, pero es un avance y destacarlo.

Cada padre podrá dejar su trabajo por 90 días, manteniendo su sueldo. Suman 180 días traspasables y en caso de enfermedad terminal la licencia se extiende hasta la muerte del hijo.

Lo más valorable: se trata de un seguro solidario que sale de las actuales cotizaciones. Lo pagamos todos sin saber si lo usaremos. Pero seguro lo pagaremos felices porque entendemos que es un acto de humanidad.

Esta Ley no Sanna las enfermedades, pero sí atenúa el dolor de papás e hijos que podrán enfrentar momentos dramáticos con la compañía constante de sus seres más queridos.

Tags:

Deja tu comentario