{"multiple":false,"video":[]}

Durante todo el 2017 la tensión mundial se concentró en una batalla de machos alfa, entre el presidente de Corea del Norte versus el presidente de Estados Unidos.

El líder norcoreano toreaba a Trump advirtiendo que sus misiles ya tenían alcance intercontinental y que de pronto un blanco podía ser la base militar de EEUU en la isla de Guam. A lo que el presidente de EEUU advertía a Kim Jong Un que recibiría una ola de furia y fuego como el mundo nunca había visto.

2018 trajo la posibilidad de un diálogo entre Trump y Kim Jong Un. Sin embargo, dos nuevas amenazas se iniciaron muy rápido. Trump inició una guerra comercial con China, al subir en 60.000 millones de dólares los aranceles a varios productos chinos. A lo que China respondió de igual manera.

Al mismo tiempo, y a raíz del envenenamiento de un ex espía ruso, trabajando ahora para Inglaterra, Gran Bretaña expulsó a 23 diplomáticos rusos, a lo que respondió de igual manera el jerarca ruso, Vladimir Putin. Y hoy se supo que EEUU y varios países de la Unión Europea expulsaron a casi un centenar de diplomáticos rusos, a raíz del envenenamiento del ex espía, labor que se achaca a Rusia.

Simultáneamente, Trump ha reemplazado a su Secretario de Estado, a su Asesor de Seguridad Nacional, a su Director de la Cia con personas que han manifestado que el uso táctico de bombas nucleares, la guerra controlada y las acciones bélicas anticipadas debieran considerarse entre las opciones de la presidencia de la República. Varios medios hablan de un Gabinete de Guerra.

Mal comienzo este 2018. Mucho ego desatado, detrás de posiciones con gran poder. Y esta política del ojo por ojo en relaciones internacionales, como ya lo advirtió Mahatma Ghandi, lo único que puede hacer es convertirnos a todos en ciegos.

Tags:

Deja tu comentario